Hasta el próximo 11 de diciembre, Mindy Solomon Gallery –ahora en su nuevo espacio de Little River en Miami– acoge dos exhibiciones ligeramente contrastantes desde el punto de vista estético, aunque delatan un universo común de ideas en sus respectivos títulos. Me refiero a The Way We See It, muestra fotográfica de Scot Sothern y Muir Vidler; y An Inherent View of the World, de la artista cubanoamericana Juana Valdés. Los protagonistas de ambos proyectos se interesan por el fenómeno de la mirada, no sólo como acto perceptivo que compromete la subjetividad, sino también como caprichosas formulaciones de la memoria.
Sothern y Vidler, por su parte, encarnan el rol de fotorreporteros, pues indagan en aspectos insólitos de la realidad más allá de la mainstream cultural. No importa cuán ordinarias sean las situaciones ni los personajes enfocados por su cámara. Ambos reparan en los detalles más desaliñados de la vida nocturna y los barrios marginales. Su obra está ligada a la subsistencia en las calles; las frustraciones y pesares de una comunidad invisible, habitada por vagabundos, prostitutas y transexuales; los cuales nos muestran con una objetividad descarnada, a veces ridícula, de apariencia cutre, medio trash. Este es un discurso que se erige desde la compasión, aunque parezca legitimar la diferencia.